miércoles, 2 de septiembre de 2009

Termina tu jornada orando

Alégrate en el Dios, que nos muestra senderos de paz y de ternura.
Termina tu jornada orando, desde tu corazón habitado por nombres y situaciones:
“Al final de los tiempos
caminaran pueblos numerosos
a la fiesta que Dios ha preparado.
Unos a otros se animarán:
Venid, subamos al hogar de la Trinidad.
El nos instruirá en sus caminos
y marcharemos por sus sendas.
Será el árbitro de las naciones,
el juez de pueblos numerosos.
De las espadas forjarán arados,
de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo,
ya no se adiestrarán para la guerra.
Pueblos de la tierra, venid,
caminemos a la luz del Señor” (Is 2,2-5).

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