lunes, 31 de mayo de 2010

La Visitación de María a su prima Isabel

Traspasas la llanura de Esdrelón

y las montañas de Jerusalén,

en tu vientre se mece el dulce Bien,

y llegas a Ain-Karín, cerca de Hebrón.


En Isabel estalla la emoción:

¡Bendita tú y el fruto de Belén!,

rendidamente has pronunciado amén

y eres cauce de eterna salvación.


El hijo que Isabel espera ansiosa

afirma, desde el seno, la existencia

del Mesías, que en tu interior reposa.


E Isabel te declara fiel, dichosa,

en ti se complació la Providencia

por tu "fiat", tu ofrenda generosa.



Desbordante de fe y de valentía,

aceleradamente vas a darte,

a servir, a ayudar, a sincerarte,

a derramar cariño, cortesía.


Es encuentro de gozo, de alegría.

Isabel se conmueve al abrazarte.

Tú alabas al Señor por desposarte.

¡Estás llena de Dios, de Eucaristía!.


Isabel, por milagro, va a ser madre

del Precursor, profeta del Altísimo,

que mostrará el sendero del perdón.


Tú proclamas la majestad del Padre,

en ti se da misericordiosísimo,

y es tu carne la cuna de su don.

Emma-Margarita R. A.-Valdés


domingo, 30 de mayo de 2010

Jornada Pro Orantibus y X Congreso Eucarístico en Toledo



Domingo de la Santísima Trinidad


LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 16, 12-15

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:

-- Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora: cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de los mío y os lo anunciará.

sábado, 29 de mayo de 2010

La Virgen María por San Juan María Vianney

Pensamientos de San Juan María Vianney, el santo Cura de Ars, sobre la Virgen María.

La Virgen María es esta bella criatura que nunca disgustó al buen Dios.

A menudo se compara a la Santa Virgen como una madre; pero ella es mejor que la mejor de las madres.

Jesucristo, después de habernos dado todo cuanto podía darnos, quiere todavía hacernos herederos de lo que tiene de más preceioso, es decir, de su Santa Madre.

¡No se entra en una casa sin hablar al portero!
¡Pues bien, la Santa Virgen es la portera del Cielo!

El Ave María es una oración que no cansa nunca.

El medio más seguro para conocer la voluntad de Dios es rezar a nuestra buena Madre.

Si para dar algo a la Santisima Virgen pudiese venderme, me vendería.

María, no me dejes ni un instante, estate siempre a mi lado.

Volvamos a ella con confianza, y estaremos seguros de que, por miserables que seamos, ella obtendrá la gracia de nestra conversión.

Siempre está esperando que la invoquemos.

En el corazón de María, no hay más que misericordia.

viernes, 28 de mayo de 2010

A las Carmelitas contemplativas - Jornada Pro Orantibus

¡Felicidades a nuestras hermanas carmelitas contemplativas!

A las hermanas carmelitas contemplativas de la Provincia de San Juan de la Cruz de Burgos en América y en España, en la fiesta de la Santísima Trinidad:



“El día que comprendí esto (la presencia de la Trinidad en el cielo de mi alma) todo se iluminó en mi interior y querría contar muy bajito este secreto a todos los que amo para que también ellos se unan a Dios” (De nuestra hermana Isabel de la Trinidad).

Los hermanos del Carmelo nos acercamos a vuestra vida, contemplativa y, al ser conscientes de que pisamos terreno santo, nos descalzamos y nos sentamos juntos a vosotras para adorar el Misterio de la Trinidad que nos hace vivir. Sin muchas palabras, abrimos de par en par el corazón a la Fonte que mana y corre, respondemos asombrados a este Dios, mar sin riberas, que nos ha enamorado. “¡Oh Dios mío, Trinidad a quien adoro!... ¡Oh mis Tres, mi Todo, mi Bienaventuranza, Soledad infinita, Inmensidad donde me pierdo!” (Beata Isabel de la Trinidad).


Cristo, siempre Cristo, Hermosura que excede a todas las hermosuras, sentado en medio de vosotras y de nosotros, nos llama amigos y no se cansa de dar porque solo sabe amar: “Muchas cosas me quedan por deciros” (Jn 16,12). ¡Qué maravilla aprender, junto a vosotras, el arte de recibir tanto amor, con esa extraña sed que se excava en toda vida contemplativa! La Trinidad, Misterio de amor desbordante, nos acompaña en el camino. Bautizados en el nombre de la Trinidad, nuestra intimidad se convierte en interioridad habitada; su Presencia nos consagra. El Espíritu Santo, testigo escondido de esta Presencia, nos despierta para estar ante el Misterio y reaviva en todos la esperanza de encontrarnos un día con el Amor que nos espera, para un abrazo sin fin. Este don sin medida nos llena de alegría; tanta grandeza nos hace humildes y desata en vosotras y en nosotros ríos de alabanza. Muy cercanos a la humanidad dolorida, siempre nuestra, confesamos que la última palabra de la nueva humanidad será el canto, la fiesta, la danza. Toda la creación vibrará al son de la gracia. ¡Gloria a ti, Padre del amor! ¡Gloria a ti, Jesús de la gracia! ¡Gloria a ti, Espíritu de la comunión! Amén. Gracias, hermanas, por ser testigos de estas cosas.


Como un perfume, como una música para la danza, “el Espíritu de la Verdad, nos guía hasta la verdad plena” (Jn 16,13); entrando en nuestra morada nos enriquece con su luz para "andar en verdad delante de la misma Verdad” (V 40,3). La Trinidad, Misterio de la cercanía más cercana, nos regala un suelo de transparencia y sencillez para decirnos la vida con gestos sencillos y palabras de verdad. El Espíritu Santo nos guía a la verdad completa, nos descubre Quién es ese Huésped que habita nuestra tienda. Esta presencia embellece y dignifica a todo ser humano, de ahí el profundo respeto y cuidado hacia toda vida que respiramos en el Carmelo. Vosotras, con esa dignidad y libertad que nadie os puede arrebatar, nos decís que no es cuestión de prisas ni de logros que se alcancen con esfuerzo, que es cuestión de acogida, de aprender a recibir un río de gracia, que nos capacite para amar sin medida. Trinidad Santa, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra! Te confesamos y te bendecimos. ¡Señor, Dios nuestro! La contemplación del Misterio os lleva al asombro adorador, a una humilde presencia de gratuidad en medio de las gentes, a un canto de alabanza al son de la gracia con la música del amor. ¡Gracias, hermanas!



“Recibirá de mí lo que os irá comunicando” (Jn 16,14). La Trinidad, Misterio de intimidad y de comunicación, se convierte en poema de amor divino en lo humano (“hombre es amor, y Dios habita dentro de ese pecho y, profundo, en él se acalla”, según el canto de Dámaso Alonso), en humilde tarea cotidiana, en fuente inagotable de vida y alegría para el camino solidario del Carmelo. El Espíritu Santo, ¡comunicador!, nos recuerda ese gozo extraño de Dios de darse sin medida; como lámpara de fuego en toda cañada oscura, convierte lo invisible en visible, la comunión en comunicación, la presencia en testimonio, el amor callado en servicio gratuito. Así descubrimos la vida en el Carmelo, como una oportunidad para contar y cantar al mundo una historia de amor y libertad increíbles. ¡Gracias, hermanas, por atreveros a vivir un estilo de vida que solo se explica desde Dios! Trinidad Santa, “¿quién acabará de cantar tus misericordias y grandezas? Es imposible” (VIIM 1,1).



“Todo lo que tiene el Padre es mío” (Jn 16,15). La Trinidad, Misterio de comunión, se desvela ante nuestros ojos como un prodigio, permitiéndonos creer en los paisajes que todavía no existen. El Espíritu Santo nos sumerge en este mar sin fondo. Solo el asombro nos permite intuir tanta belleza. Todo lo que tiene el Padre se lo da a Jesús, y todo lo que Jesús tiene lo ha puesto gratuitamente en nuestras manos. Esto queremos ser en el Carmelo: un paisaje nuevo, una tierra nueva, un canto nuevo, un compromiso nuevo con la humanidad… compartido todo ello en gratuidad. ¡Qué maravilla vivir y respirar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo! “Dios mío, Trinidad a quien adoro”. Vivamos, con María, una fiesta de adoración y de silencio. ¡Felicidades, hermanas! Recibid un abrazo entrañable de todos los hermanos que hacemos el camino con vosotras. Hacednos sitio, que queremos entrar también nosotros en esta fiesta de adoración y de silencio. De OCD BURGOS

El Dios uno y trino


El Dios uno y trino,
misterio de amor,
habita en los cielos
y en mi corazón.

Dios escondido en el misterio,
como la luz que apaga estrellas;
Dios que te ocultas a los sabios,
y a los pequeños te revelas.

No es soledad, es compañía.
es un hogar tu vida eterna,
es el amor que se desborda
de un mar inmenso sin riberas.

Padre de todos, siempre joven,
al Hijo amado eterno que engendras,
y el Santo Espíritu procede
como el Amor que a los dos sella.

Padre, en tu gracia y tu ternura,
la paz, el gozo y la belleza,
danos ser hijos en el Hijo
y hermanos todos en tu Iglesia.

Al Padre, al Hijo y al Espíritu,
acorde melodía eterna,
honor y gloria por los siglos
canten los cielos y la tierra.

jueves, 27 de mayo de 2010

El sacerdote...


El sacerdocio hoy está bastante desvalorizado. Las cosas poco prácticas no se cotizan. Esta generación consumista sólo tiene ojos para sus intereses. Ha perdido el sentido de la gratuidad. Un beso y una sonrisa no sirven para nada, pero los necesitamos mucho. Un jardín no es un negocio, pero necesitamos su belleza. Cultivar patatas y cebollas es más productivo, pero los rosales y las azucenas son necesarios.
# El sacerdote sirve. Siempre está sirviendo. Es necesario como la escoba para que esté limpia la casa. Pero a nadie se le ocurre poner la escoba en la vitrina.

# El sacerdote perdona los pecados, es instrumento de la misericordia de Dios. En un mundo lleno de rencores y envidias, el sacerdote es portador del perdón. Está siempre dispuesto a recibir confidencias, descargar conciencias, aliviar desequilibrios, a sembrar confianza y paz.

# El sacerdote ilumina. Cuando nos movemos a ras de tierra, nos señala el cielo. Cuando nos quedamos en la superficie de las cosas, nos descubre a Dios en el fondo.
# El sacerdote intercede. Amansa a Dios, le hace propicio, le da gracias, da a Dios el culto debido. Impetra sus dones.

# El sacerdote ama. Ha reservado su corazón para ser para todos. El sacerdote es antorcha que sólo tiene sentido cuando arde e ilumina.
# El sacerdote hace presente a Cristo. En los sacramentos y en su vida. Es el alma del mundo. Donde falta Dios y su Espíritu él es la sal y la vida. No hace cosas sino santos. Todos hemos de ser santos, pero sin sacerdotes difícilmente lo seremos. Es grano de trigo que si muere da mucho fruto. Nada hay en la Iglesia mejor que un sacerdote. Sí lo hay: dos sacerdotes. Por eso hemos de pedir al Señor de la mies que envíe trabajadores a su mies (Mt 9,38).

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote


ORACIÓN A JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE,


POR LA SANTIFICACIÓN DEL CLERO


Oh Jesús, Pontífice Eterno, Divino Sacrificador, Vos, que en un impulso de incomparable amor a los hombres nuestros hermanos, hicisteis brotar de vuestro Corazón Sagrado el Sacerdocio Cristiano, dignaos continuar derramando sobre vuestros ministros, los torrentes vivificantes del amor infinito. Vivid en vuestros sacerdotes, transformadlos en Vos mismo, hacedlos por vuestra gracia instrumentos de vuestra misericordia. Obrad en ellos y por ellos, y que después de haberse del todo revestido de Vos, por la fiel imitación de vuestras adorables virtudes, cumplan en vuestro nombre, y por el poder de vuestro Espíritu, las obras que realizasteis Vos mismo para la salvación del mundo.

Divino Redentor de las almas, ved cuán grande es la multitud de los que aún duermen en las tinieblas del error, contad el número de las ovejas descarriadas que caminan entre precipicios, considerad la turba de pobres, hambrientos, ignorantes y débiles que gimen en el abandono.

Volved Señor a nosotros por vuestros sacerdotes, revivid verdaderamente en ellos, obrad por ellos y pasad de nuevo por el mundo enseñando, perdonando, sacrificando y renovando los lazos sagrados del Amor, entre el Corazón de Dios y el corazón del hombre. Así sea.


A todos los fieles que recen diariamente esta corta oración, Su Santidad San Pío X se dignó conceder una indulgencia de 300 días, una vez por día; y una indulgencia plenaria el primer domingo o el primer viernes de cada mes. Estas indulgencias son aplicables a las almas del Purgatorio (marzo de 1905).




DEPRECACIONES EN FORMA DE LETANÍA

V. Señor, para celar tu honra y gloria,

R. Danos sacerdotes santos.

V. Señor, para aumentar nuestra fe,

R. Danos sacerdotes santos.

V. Señor, para sostener tu Iglesia,

R. Danos sacerdotes santos.

V. Señor, para predicar tu doctrina,

R. Danos sacerdotes santos.

V. Señor, para defender tu causa,

R. Danos sacerdotes santos.

V. Señor, para contrarrestar el error,

R. Danos sacerdotes santos.

V. Señor, para aniquilar las sectas,

R. Danos sacerdotes santos.

V. Señor, para sostener la verdad,

R. Danos sacerdotes santos.

V. Señor, para dirigir nuestras almas,

R. Danos sacerdotes santos.

V. Señor, para mejorar las costumbres,

R. Danos sacerdotes santos.

V. Señor, para desterrar los vicios,

R. Danos sacerdotes santos.

V. Señor, para iluminar al mundo,

R. Danos sacerdotes santos.

V. Señor, para enseñar las riquezas de tu Corazón,

R. Danos sacerdotes santos.

V. Señor, para hacernos amar al Espíritu Santo,

R. Danos sacerdotes santos.

V. Señor, para que todos tus ministros sean la luz del mundo y la sal de la tierra,

R. Dánoslos muy santos.


ORACIÓN FINAL

V. Corazón de Jesús, Sacerdote Santo, te pedimos con el mayor encarecimiento del alma, que aumentes de día en día los aspirantes al sacerdocio, y que los formes según los designios de tu Amante Corazón. Sólo así conseguiremos Sacerdotes santos, y pronto en el mundo no habrá más que un solo rebaño y un solo Pastor.

R. Así sea.

miércoles, 26 de mayo de 2010

7 flores Trinitarias para María


7 FLORES TRINITARIAS PARA MARIA Javier Leoz

1.Ofrezcamos a María el SANTIGUARNOS al salir de casa, al emprender un viaje o, si somos deportistas, al salir al terreno de juego. Con ello, a María, la felicitamos porque, también Ella –con su vida- dio gloria a la Trinidad.

2.Acojamos el perdón de aquellas personas que, por diversas circunstancias, se han apartado de nosotros. Perdonemos también nosotros. A María, las flores que más le agradan de sus hijos, es la COMUNION entre ellos.

3.Como la Santísima Trinidad, que cada uno conserve su peculiaridad pero, a María, le presentemos un CORAZON dispuesto al entendimiento, a la hermandad y a los buenos sentimientos.

4.Glorifiquemos a Dios con el PADRENUESTRO. Que no pase ni un solo día sin desgranar con nuestros labios la oración que Jesús nos enseñó. ¿Ante la Virgen? ¡Por qué no! Todo lo que le decimos a la Madre, del Padre, llega hasta oídos del mismo Dios.

5.Glorifiquemos a Cristo con nuestras BUENAS OBRAS. Cada día que amanecer es una oportunidad que el Señor nos da para perfeccionar nuestra vida cristiana con algún detalle, con una buena palabra, con una sonrisa a quién más lo necesita. María, con su vida, intentó agradar a Dios y no molestar a los que le rodeaban.

6.Glorifiquemos al Espíritu Santo con NUESTRA ORACION SINCERA. Busquemos espacios de silencio. Una iglesia abierta. Una reflexión sobre nuestra propia vida. María, abierta al Espíritu, supo alabar y bendecir al Señor meditando sus misterios en lo más hondo de su corazón.

7.Glorifiquemos a la Trinidad cuidando nuestra familia. TRANSMITAMOS nuestro patrimonio espiritual. Hablemos de Dios en nuestros círculos familiares. Bendigamos la mesa al mediodía. Asistamos a la misa dominical en familia. Siempre, a María, le agrada ver a sus hijos como miembros de la Iglesia y creyendo en familia doméstica.

martes, 25 de mayo de 2010

María y el Espíritu


¿Quién no ha oído esta expresión alguna vez; ¡qué poco espíritu tienes!?

María fue llena de Dios desde el mismo día del anuncio del ángel en Nazaret.

Nosotros, y tenemos que admitirlo, somos como esos coches que van parando en todas estaciones de servicio para repostar y seguir adelante: nos llenamos de dulces, de licor, de alimentos, de vicio, de ropa, de moda, de marcas…¿y luego?

¿Quién es más feliz; aquel que tiene mucho o aquel que con poco vive bien?

Que la Virgen María nos lleve por el camino verdadero para llenarnos del Espíritu de Dios

lunes, 24 de mayo de 2010

Pentecostés en Reinosa


El sábado por la noche tuvimos una vigilia de oración en la iglesia, preparándonos para la fiesta de Pentecostés. Como no podía ser menos, la vigilia fue de estilo carismático, dirigida por Luis María. Vino un reducido grupo de gente, pero así nos identificamos más con el núcleo de la primitiva iglesia. ¿Que si al final vino el Espíritu Santo sobre nosotros? Al menos le estuvimos esperando hasta la 1,30 de la madrugada... y luego continuamos con una pequeña fiesta en el convento. Y los frutos nos dirán si recibimos el Espíritu o todavía tenemos que seguir esperando...
Desde estas líneas nos unimos a todos los que vais a participar de la semana de liturgia en Burgos. Que sea provechosa para todos.

domingo, 23 de mayo de 2010

No he venido a ser servido, sino a servir


DÍA DE LA ACCIÓN CATÓLICA
Y DEL APOSTOLADO SEGLAR


Domingo de Pentecostés


LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 20, 19-23


Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: --Paz a vosotros

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: -- Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.

Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:-- Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.

viernes, 21 de mayo de 2010

Los siete dones del Espíritu Santo


¡Oh Espíritu Santo!, llena de nuevo mi alma con la abundancia de tus dones y frutos. Haz que yo sepa, con el don de Sabiduría, tener este gusto por las cosas de Dios que me haga apartar de las terrenas.

Que sepa, con el don del Entendimiento, ver con fe viva la importancia y la belleza de la verdad cristiana.

Que, con el don del Consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y salvarme.

Que el don de Fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el camino de la salvación.

Que sepa con el don de Ciencia, discernir claramente entre el bien y el mal, lo falso de lo verdadero, descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado.

Que, con el don de Piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa devoción y sea misericordioso con el prójimo.

Finalmente, que, con el don de Temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración por los mandamientos de Dios, cuidando de no ofenderle jamás con el pecado.

Lléname, sobre todo, de tu amor divino; que sea el móvil de toda mi vida espiritual; que, lleno de unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo, la belleza de tu doctrina, la bondad de tus preceptos y la dulzura de tu amor. Amén.

jueves, 20 de mayo de 2010

miércoles, 19 de mayo de 2010

La alegría es oración


La alegría es oración, el signo de nuestra generosidad, de nuestro desinterés y de nuestra unión íntima y continua con Dios. Se trata de tocar a Cristo con alegría bajo la máscara de miseria, pues la alegría es el amor. La alegría es una oración, la alegría es una fuerza: Dios ama a aquel que da con alegría. Quien da con alegría da más. La mejor manera de mostrar nuestro agradecimiento a Dios y a los demás es aceptar todo con alegría. Un corazón alegre es el resultado normal de un corazón que arde de amor.


No utilicemos bombas ni cañones para vencer al mundo. Utilicemos el amor y la compasión. La paz comienza con una sonrisa, sonriamos cinco veces al día a una persona a quien no tenemos verdadero deseo de sonreírle, hagámoslo por la paz. Irradiemos la paz de Dios, encendamos su luz, apaguemos en el corazón del mundo, en el corazón de todo ser humano todo odio y amor de poder.


El sufrimiento en sí mismo no es nada. Pero el sufrimiento compartido con la pasión de Cristo es un don maravilloso. Es la manera en que el Padre demostró su amor por el mundo: dando a su hijo para que muera por nosotros. Si el sufrimiento es aceptado junto con la pasión de Cristo, es alegría. No olvidemos que la pasión de Cristo termina siempre con la alegría de la resurrección, de manera que cuando sintáis en vuestro corazón el sufrimiento, recordad que la resurrección debe seguirle, que la alegría pascual debe surgir. Nunca os dejéis invadir por una tristeza que os haga olvidar la alegría de Cristo resucitado.


Todos esperamos el paraíso donde Dios se encuentra, y podemos empezar a vivirlo ahora. Pero ello implica amar como el ama, servir como el sirve, dar como el da, socorrer como el socorre. Estar ceca de un enfermo, visitar a alguien, traerle una flor, es poca cosa, pero nunca es demasiado pequeña, es nuestro modo de poner en práctica nuestro amor por Cristo. La oración es alegría… la oración es amor… la oración es paz… No es posible explicar la oración: Hay que hacer la experiencia. No es imposible. Dios da a quien pide: “Pedid y recibiréis”. Un Padre sabe lo que dar a sus hijos, ¡Cuánto más nuestro Padre celestial lo sabrá!


Beata Teresa de Calcuta

martes, 18 de mayo de 2010

Los Sacramentos


Padre de nuestro Señor Jesucristo y Padre nuestro, agradecidos por el don de los sacramentos, en los cuales sales a nuestro encuentro, te bendecimos diciendo:
R/ Por siempre yo cantaré tu nombre, Señor.

Porque en el bautismo nos incorporas a tu familia y podemos llamarte Padre.

Porque por la Confirmación nos sellas con el don del Espíritu Santo y nos das fuerzas para confesar tu nombre.

Porque tu Hijo está presente en la Eucaristía y se hace contemporáneo de todos los hombres.

Porque a través de la penitencia creas en nosotros un corazón nuevo y borras nuestros pecados.

Porque por la unción de enfermos acompañas a los que sufren y los fortaleces en sus tribulaciones.

Porque mediante los sacerdotes alimentas e instruyes a tu pueblo.

Porque en el matrimonio ofreces un camino de santidad a los esposos.

lunes, 17 de mayo de 2010

Oración del Papa Clemente XI


Creo en ti, Señor, pero ayúdame a creer con firmeza; espero en ti, pero ayúdame a esperar sin desconfianza; te amo, Señor, pero ayúdame a demostrarte que te quiero; estoy arrepentido, pero ayúdame a no volver a ofenderte.

Te adoro, Señor, porque eres mi creador y te anhelo porque eres mi fin; te alabo, porque no te cansas de hacerme el bien y me refugio en ti, porque eres mi protector.

Que tu sabiduría, Señor, me dirija y tu justicia me reprima; que tu misericordia me consuele y tu poder me defienda.

Te ofrezco, Señor, mis pensamientos, ayúdame a pensar en ti; te ofrezco mis palabras, ayúdame a hablar de ti; te ofrezco mis obras, ayúdame a cumplir tu voluntad; te ofrezco mis penas, ayúdame a sufrir por ti.

Todo aquello que quieres tú, Señor, lo quiero yo, precisamente porque lo quieres tú, como tú lo quieras y durante todo el tiempo que lo quieras.

Te pido, Señor, que ilumines mi entendimiento, que fortalezcas mi voluntad, que purifiques mi corazón y santifiques mi espíritu.

Hazme llorar, Señor, mis pecados, rechazar las tentaciones, vencer mis inclinaciones al mal y cultivar las virtudes.

Dame tu gracia, Señor, para amarte y olvidarme de mí, para buscar el bien de mi prójimo sin tenerle miedo al mundo.

Dame tu gracia para ser obediente con mis superiores, comprensivo con mis inferiores, solícito con mis amigos y generoso con mis enemigos.

Ayúdame, Señor, a superar con austeridad el placer, con generosidad la avaricia, con amabilidad la ira, con fervor la tibieza.

Que sepa yo tener prudencia, Señor, al aconsejar, valor en los peligros, paciencia en las dificultades, sencillez en los éxitos.

Concédeme, Señor, atención al orar, sobriedad al comer, responsabilidad en mi trabajo y firmeza en mis propósitos.

Ayúdame a conservar la pureza de alma, a ser modesto en mis actitudes, ejemplar en mi trato con el prójimo y verdaderamente cristiano en mi conducta.

Concédeme tu ayuda para dominar mis instintos, para fomentar en mí tu vida de gracia, para cumplir tus mandamientos y obtener mi salvación.

Enséñame, Señor, a comprender la pequeñez de lo terreno, la grandeza de lo divino, la brevedad de esta vida y la eternidad futura.

Concédeme, Señor, una buena preparación para la muerte y un santo temor al juicio, para librarme del infierno y obtener tu gloria.

Por Cristo nuestro Señor. Amén.

domingo, 16 de mayo de 2010

San Simón Stock


De nacionalidad inglesa, vivió en el siglo XIII y murió en Burdeos. Alcanzó en la Orden del Carmen renombre por su relevante santidad y singular devoción mariana. El culto que se le comenzó a tributar aquí y allí durante el siglo XV se hizo extensivo a la liturgia de toda la Orden en el siglo siguiente. Su fiesta se celebraba por lo común el 16 de mayo.

La Ascensión del Señor


LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 24, 46-53

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:

-- Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Y vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza de lo alto.

Después los sacó hacia Betania, y levantando las manos los bendijo. Y mientras los bendecía, se separó de ellos (subiendo hacia el cielo) Ellos se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.

sábado, 15 de mayo de 2010

María mírame

En la vigilia de la Ascensión de Jesús a los cielos, pidamos a María que nos ayude a comprender mejor la vocación a la que hemos sido llamados:


No me canso de mirarte, ¡Virgen María!
Esposa del Esposo de mi alma.
Tus ojos son del cielo; el sol, ante ti, se torna luna;
los ángeles cantan a su Reinsa;
los niños se acogen en tu seno;
las mujeres son benditas en tu nombre;
los hombres, ante ti, se tornan hijos.
No me canso de mirarte, ¡Madre mía!
Sólo pido que me mires y digas con ternura:
"¡Éste es mi hijo!"


jueves, 13 de mayo de 2010

Crónica de la Familia Carmelitana


VIII Encuentro de la F. C. T. Bugense

Santiago de Compostela, 8 y 9 de mayo

Los días 8 y 9 del presente mes han sido jornadas de “Gracia” para la Familia del Carmelo T. en nuestra Provincia. EL Señor, junto a la tumba del Apóstol Santiago, ha inundado de misericordia, paz y amor a los peregrinos que hasta allí nos hemos acercado. Todos llevábamos a tantos en nuestro corazón, plegarias, intenciones… El número no se podría contar.

Este año el ambiente de la celebración ha sido muy distinto al de los anteriores, un poco menos familiar, pero… hemos podido ganar el “jubileo”.

Nos hemos acercado peregrinos de Oviedo: 56, Gijón: 54, León: 56 de la parroquia y 160 del Colegio, Burgos: 9, Reinosa: 34, Burgo de Osma- Soria: 48 y 36 de La Coruña.

Unos grupos han estado tres días, otros dos y otros uno.

El primer encuentro, con mojadura incluida, pues no paró de llover en toda la tarde, lo tuvimos en las MM. Carmelitas Descalzas el sábado a las 19:30h., aunque comenzamos diez minutos más tarde por los inconvenientes de la lluvia, la movilidad de la gente… A los que asistieron se les entregaron dos distintivos del encuentro: un pañuelo blanco, como la capa de la Virgen, con la imagen de la Virgen de Burgos y la leyenda “encuentro de la familia del Carmelo Teresiano”, y una chapa con el escudo de la Orden y la misma frase que la del pañuelo. Compartimos, con la mayor solemnidad que se pudo, las vísperas con las Madres, se hizo el homenaje sabatino y se leyó la carta que el P. Provincial escribió a los peregrinos a Santiago de C. en el día de la F. C. T.

Después, breve presentación de peregrinos. ¿Cómo? Muy sencillo: cada grupo se presentó entonando un canto a María y recibiendo un cariñoso aplauso de todos los demás. Y, como el tiempo volaba, finalizábamos el acto a las 20:45h. Los que pudieron, pues esperaba la cena en los lugares de alojamiento, pasaron a saludar a las Madres que, por cierto, se alegraron muchísimo de poder compartir con nosotros el homenaje a María y de estar todos en su casa.

A la salida, la lluvia, persistente, como si se empeñara en recordarnos que Dios deseaba empaparnos con sus gracias, seguía calando nuestros huesos. Así, la primera jornada.

El domingo por la mañana, otros lo hicieron el sábado por la tarde, se pasó entre cruzar el umbral de la puerta Santa y dar el abrazo al Apóstol. Siempre, agua y mucha cola. Esto nos recordaba que hay que esperar y “padecer mucho para entrar en el Reino de los cielos”.

Llegó la hora de la Misa: las 13:15h. Estábamos presentes 450 peregrinos de nuestra familia junto a otros de variadas procedencias y con los jóvenes de la canción misionera de Galicia. La Eucaristía la presidió el Delegado de Misiones de la Diócesis.

Antes de la Homilía, como es costumbre, proclamamos las invocaciones al Apóstol: por el Colegio S. Juan de la Cruz, el P. Ricardo, y por el toda la F. C. T. el que suscribe. El P. Ricardo se encargó de prepararlas.

Antes de la bendición final, como es costumbre, se entonó el himno al Apóstol Santiago y a su vez... vuelo de incienso con el botafumeiro que, gracioso, enérgico y circense, esparcía por las naves de la catedral dejándonos a todos con la boca abierta y arrancandonos un sonoro aplauso.

Tras la celebración de la Misa, a todo gas, como suele decirse, nos trasladamos al restaurante, a unos 10 kilómetros de Santiago, y allí compartimos la comida casi todos los grupos. Terminada la misma, no hubo lugar para “sobremesa”, rápidamente, emprendimos la marcha hacia nuestros destinos pues nos esperaba una larga andadura. Gracias a Dios todos hemos llegado bien a nuestros destinos.

Espero que todo haya servido para estrechas lazos y construir "Familia".

Gracias a todos por el esfuerzo, la participación y… ¡Hasta el año que viene!

Fr. J. Fausto H.

El Papa ante la Virgen de Fátima


Vine a Fátima a decirle a Nuestra Señora que la amo"

"Sería engañarse pensar que la profecía de Fátima se ha completado".

Benedicto XVI preside hoy, jueves, las celebraciones del 13 de mayo en Fátima, donde se presentó como "un hijo que visita a su madre," ante la imagen de Nuestra Señora de Fátima, en la Capilla de las Apariciones. En su homilía de esta mañana, el Papa explicó que está en el Santuario para "rezar a María y tantos peregrinos por nuestra nuestra humanidad abrumada por tantas miserias y sufrimientos."

"Vine a Fátima a decirle a Nuestra Señora una confesión íntima que la amo, que la Iglesia y los sacerdotes aman a Jesús y quieren mantener los ojos fijos en Él al final de este año sacerdotal, y para encomendar a la protección de María Madre a los sacerdotes, los consagrados y consagradas, misioneros y a todos los buenos trabajadores que se dedican a la acogida en la Casa de Dios ", dijo.

El Papa Benedicto XVI rezó hoy por la humanidad "oprimida por miserias y sufrimientos" durante la eucaristía celebrada en el Santuario de Fátima, ante unas 500.000 personas, en la que se conmemora la aparición de la Virgen a tres niños pastores en 1917.

El Pontífice recordó los acontecimientos vividos por los tres pastores -Francisco, Jacinta y Lucía- y admitió que se les podría mirar con "envidia por haber visto".

El Papa Benedicto XVI subrayó hoy, jueves, el papel reservado a Fátima en la salvación de la humanidad, afirmando que "sería engañarse pensar que la profecía de Fátima se ha completado." "Aquí se revive el plan de Dios que interpela a la humanidad desde sus inicios", dijo durante la homilía de la misa que él mismo preside en el Santuario de Fátima.

Ante sus fieles, entre los que se contaban muchos jóvenes, Benedicto XVI evocó el ejemplo de los pastores y apuntó que en aquel entonces "sólo eran tres cuyo ejemplo de vida irradió y se multiplicó en grupos por toda la superficie de la tierra".

Centenas de miles de personas se congregan desde ayer en Fátima para ver al Papa Benedicto XVI en las conmemoraciones del aniversario de las apariciones de la Virgen.