En la fiesta de la Conversión de san Pablo, pidamos a Dios que nos haga permanecer firmes en la fe y arraigados en Cristo:
R/ Señor, tu gracia nos basta.
Con el apóstol Pablo te decimos: "Sólo conozco a Cristo y éste crucificado".
Unidos a los deseos del corazón del apóstol de las gentes te decimos: "El amor de Cristo nos obliga".
Confesando la misma fe que san Pablo predicó poniendo en peligro su propia vida, afirmamos: "Cristo me amó y se entregó por mi".
Unidos a la preocupación de quien luchó para que los cristianos de Corinto no se dividieran en facciones, te suplicamos: que el vínculo de la caridad nos mantenga unidos a tu nombre.
Con Pablo, que proclamó que ya no hay "judío no griego, esclavo ni libre", te pedimos para que en nuestro mundo se respete la dignidad de todos los hombres.
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