Envía, oh Señor, tu Ángel con palabras de amor
que, no siempre mi vida, está colmada de paz
Hoy, cuando siento ya tus pisadas en el horizonte,
siento que te necesito, que te espero
que no puedo vivir sin un mensaje del cielo.
Vienes por nosotros, Señor, y te damos las gracias
Siendo Dios, te harás hombre
para que entendamos que en la humanidad
está el camino para llegarnos hasta Ti.
¡Dinos, María, qué responderle a Dios!
¿Qué tenemos que hacer para no perderle?
¿A dónde acudir para sentir su presencia?
¿Cuándo asomarnos a la ventana de nuestro hogar
y decirle: ¡No pases de largo, Jesús!
Manda, Señor, tu Ángel con recados de fe
que no siempre, nuestra vida, es campo abierto a tu gracia
que no siempre, nuestros labios, proclaman tu Nombre
que no siempre, nuestro corazón, está apoyado en Ti.
Entra, oh Señor, por la ventana de nuestros días
derrama tu poder y tus dones
sobre la debilidad y la frialdad de nuestras respuestas
Entra, oh Señor, por la ventana de nuestras inquietudes
y transfórmalas en deseo de servirte a Ti
de amarte y esperarte a Ti
Como lo hizo María
Como lo sintió María
Como lo recibió María
Como te respondió María:
Aquí estamos, Señor¡¡
¡Te esperamos con las ventanas abiertas!
Javier Leoz
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