¡QUIERO
SER COMO JUAN, SEÑOR!
Y que te sirvas de mí, para anunciar tu
llegada
Y que me concedas la humildad, para saber que
no soy sino tu siervo
Y que me hagas ver los signos de tu llegada
¡QUIERO
SER COMO JUAN, SEÑOR!
Y colaborar contigo para que, tu Reino, sea
una pronta realidad
Y que venga tu Palabra sobre mí y me empuje a
proclamarla
Y que, sin miedo al que dirán, anuncie y
denuncie lo que falta en el mundo
Y que, sin miedo a la prueba, anuncie y
denuncie lo que sobre en el mundo
¡QUIERO
SER COMO JUAN, SEÑOR!
Y que viva este momento, como un momento de
gracia
Y que viva mi vida, como una llamada a darme
por los demás
Y que viva mi existencia, como un pregón de
esperanza
Y que viva mis días, sabiendo que Tú –tarde o
temprano- llegarás
¡QUIERO
SER COMO JUAN, SEÑOR!
Y ser un heraldo, aunque sea minúsculo, de tu
presencia
Y ser un heraldo, aunque sea insignificante,
de tu llegada
Y ser un heraldo, aunque me asalten las
dudas, de tu grandeza
Y ser un heraldo, aunque me cueste el
desierto, de tu nacimiento
¡QUIERO
SER COMO JUAN, SEÑOR¡
Rescatando, de los caminos perdidos, a los
que andan sin esperanza
Levantando, de los caminos torcidos, a los
que cayeron abatidos
Alegrando, de los caminos melancólicos, a los
que dejaron de sonreir
Recuperando, de los caminos confundidos, a
los que creyeron tenerlo todo
¡QUIERO
SER COMO JUAN, SEÑOR!
Un constructor de sendas para los que te
busquen
Un arquitecto de autopistas para los que te
deseen
Un elevador de puentes, para los que te
quieran encontrar
Un ingeniero de pistas, para los que quieran
vivir contigo
Javier Leoz
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