En la vida no tuerzas el camino
y no te vayas por cualquier sendero.
Señalar un final es lo primero
y perderte en la jungla lo dañino.
¡Adelante, esforzado peregrino!
Con paso alegre y caminar ligero
llegarás al final, si el derrotero
que transitas es fiel a tu destino.
Es inútil trotar por otras sendas
hasta perderte y circular sin rumbo
escogiendo la ruta a contrapelo.
No hagas caso de cuentos y leyendas
y menos tropezar tumbo tras tumbo
en el camino que te lleva al Cielo. Amén.
José María Zundeta Munárriz.
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