jueves, 12 de noviembre de 2009

Orar es beber de la Fuente de Agua Viva

¿Qué agua llena mi pozo?
Aguas agitadas por la prisa, la impaciencia, el activismo
Aguas engañosas de superficialidad, individualismo
Aguas estancadas de fe ritual, esperanza mortecina y amor sin pasión


¿Qué sed habita dentro de mí?


Sed de cariño, de aplauso, de compañía,
Tener más cosas, más poder, más prestigio
Vivir con mayor confort, mejorar mi imagen
Que se realicen mis sueños
Encontrar amigos para compartir la vida
Que Dios habite mi interior


Con mi cántaro vacío
con mis miedos y prejuicios,
con mis recelos e insatisfacciones,
con mi anhelo de vida escondido en mi corazón,
con mi deseo hondo de Dios,
me pongo en camino hacia la fuente.
Jesús me espera junto al pozo.


Si conocieras el don de Dios
y quién es el que te pide de beber…


El que beba del agua que yo le daré
nunca más tendrá sed.


Señor, dame de tu agua y no tendré más sed
Dame de beber, dame de tu agua. Que yo te pueda ver


Tengo sed de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua.
Mi vida te busca a ti, Dios mío.
Mi alma tiene sed del Dios vivo:
¿cuándo veré el rostro de Dios?
Como busca la cierva corrientes de agua,
así mi alma te busca a ti, Dios mío.


Ora agradecidamente.


Con el Agua Viva que da paz a tu interior,
Con la amistad de Jesús alumbrando tus pasos
Con el gozo del encuentro que recrea tu amor
Vuelve a los que viven contigo y háblales de Jesús
Cuéntales todo lo que Jesús hace en tu vida
Centro de Iniciativas de Pastoral de Espiritualidad.

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