martes, 31 de agosto de 2010

Por todas las madres.


Encomendemos a Dios a todas las madres como María:


Han transmitido la fe a sus hijos.

Han sobrellevado en silencio los problemas y contrariedades.

Han luchado por sacar adelante a sus familias.

Han sacrificado su comodidad y su belleza.

Han pasado noches en vela cuando las necesitaban.

Han enseñado a rezar a sus pequeños.

Han permanecido fieles al pie de la cruz.

Han cumplido la voluntad de Dios.

Han sido esposas y madres ejemplares.

lunes, 30 de agosto de 2010

Abandonarse al amor


Señor, reconocemos que todo lo que somos y tenemos procede de ti. Por eso te decimos:


Padre, tú sabes que soy miserable;

sabes que, si me guío a mí mismo, me perderé;

por eso, permíteme ser tu siervo y

responder adecuadamente a lo que tú me revelas,

que me sobrepasa totalmente.

Por eso quiero someterme a ti en cada instante de mi vida.

También cuando, como un esclavo,

no comprenda plenamente tu forma de actuar.

Quiero aceptarlo todo, cualquier cosa que me des.

Quiero reconocer que eso es lo mejor para mí

no por obligación,

sino porque en lo más profundo de mi corazón

deseo cumplir unicamente tu voluntad,

aun cuando no la entienda.

Amén.


Slawomir Biela, Abandonarse al amor.

domingo, 29 de agosto de 2010

Domingo XXII del T.O.


LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 14, 1.7-14

Un sábado entro Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso este ejemplo:

-- Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro, y te dirá: "Cede el puesto a éste." Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

Y dijo al que le había invitado:

-- Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos ni a tus hermanos ni a tus parientes ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten a los justos.

sábado, 28 de agosto de 2010

domingo, 22 de agosto de 2010

Domingo XIX del T.O.


LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 13, 22-30

En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando. Uno le preguntó:

--Señor, ¿serán pocos los que se salven?Jesús les dijo:--Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo: "Señor, ábrenos” y él os replicará: "No sé quienes sois”. Entonces comenzareis a decir: "Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas". Pero él os replicará: "No sé quienes sois. Alejaos de mi malvados". Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y todos los profetas en el Reino de Dios y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrá de Oriente y Occidente, del Norte y del Sur y se sentarán a la mesa en el Reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos.

sábado, 21 de agosto de 2010

A ti, María,


En la mañana de este sábado, ofrezcamos nuestra vida a Dios por mediación de la Virgen María.


A ti, María,

que eres modelo y Madre de la Iglesia,

acudimos en el silencio de este día.

Enséñanos a descubrir la belleza de Dios en todas las cosas,

a decir que sí a todo lo que Jesús nos pida.

Queremos, como tú, no separarnos de tu Hijo

ni de las alegrías ni en las penas.

Te ofrecemos nuestras obras de este día.

Que tu mano bondadosa las presente ante Dios Padre,

para que no tenga en cuanta sus deficiencias,

y un día, contigo, podamos alabarlo en el cielo.

viernes, 20 de agosto de 2010

jueves, 19 de agosto de 2010

Intenciones de Agosto


General:

Para que los que están sin trabajo, sin techo y cuantos viven en grave situación de necesidad encuentren comprensión y acogida y sean ayudados de forma concreta a superar sus dificultades.


Misionera:

Para que la Iglesia sea el "hogar" de todos, pronta a abrir sus puertas a cuantos son obligados a emigrar a otros países por las discriminaciones raciales y religiosas, el hambre y las guerras.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Bendito seas por siempre, Señor.


Damos gracias a Dios, que en su Hijo Jesucristo nos ha mostrado su misericordia:


R/ Bendito seas por siempre, Señor.


Te alabamos por tu Hijo Jesucristo, en quien se cumplió la profecía de Isaías, el Mesias esperado que nos trajo la salvación.


En su nombre los cojos caminan, los ciegos ven, los sordos oyen y a los pobres se les anuncia el evangelio.


Tu Hijo nos ha mostrado el camino de la obediencia, Él, que dio la vida por sus amigos, y selló con su sangre la Nueva y definitiva Alianza.


Ahora la tumba está vacía porque ha resucitado y vive en su Iglesia, dándosenos en el alimento de la Eucaristía.


En Él esperamos, para que abra las puertas de su reino a todos los que han muerto, y nos reciba un día en su presencia.

martes, 17 de agosto de 2010

Oramos con los Sacramentos


Los misterios de la vida de Cristo han pasado a los sacramentos. A través de ellos, Jesús nos manifiesta su amor. Por eso le decimos:


R/ ¡Muéstranos la claridad de tu rostro!


Ayúdanos a comprender mejor la vocación bautismal, que nos permite llamar "Padre" a Dios.


Haz que seamos fieles a la gracia de la confirmación, para que no nos avergoncemos de nuestra condición cristiana.


Que la Eucaristía sea nuestro verdadero alimento, del que saquemos fuerzas para obrar siempre el bien.


Enséñanos a amar el sacramento de la penitencia, que perdona nuestros pecados y nos reintroduce en la casa paterna.


Que los enfermos sientan el consuelo de la unción, y con ella perseveren en la esperanza.


Bendice a los que has constituido como pastores de tu pueblo, para que estén siempre al servicio de los fieles.


Que los esposos cristianos, descubran que son signo de tu amor a los hombres y de la entrega de Cristo por la Iglesia.

lunes, 16 de agosto de 2010

Oración al Espíritu Santo por las Vocaciones


Espíritu de Amor eterno,
que procedes del Padre y del Hijo,
te damos gracias por todas las vocaciones
de apóstoles y santos que han fecundado la Iglesia.
Continúa, todavía, te rogamos, esta tu obra.
Acuérdate de cuando, en Pentecostés,
descendiste sobre los Apóstoles reunidos en oración
con María, la madre de Jesús,
y mira a tu Iglesia que tiene hoy
una particular necesidad de sacerdotes santos,
de testigos fieles y autorizados de tu gracia;
tiene necesidad de consagrados y consagradas,
que manifiestan el gozo de quien vive sólo para el Padre,
de quien hace propia la misión y el ofrecimiento de Cristo,
de quien construye con la caridad el mundo nuevo.
Espíritu Santo, perenne Manantial de gozo y de paz,
eres tú quien abre el corazón y la mente a la divina llamada;
eres tú quien hace eficaz cada impulso
al bien, a la verdad, a la caridad.
Tus ‘gemidos inenarrables’
suben al Padre desde el corazón de la Iglesia,
que sufre y lucha por el Evangelio.
Abre los corazones y las mentes de los jóvenes,
para que una nueva floración de santas vocaciones
manifieste la constancia de tu amor
y todos puedan conocer a Cristo,
luz verdadera del mundo,
para ofrecer a cada ser humano
la segura esperanza de la vida eterna Amén.

Juan Pablo II

domingo, 15 de agosto de 2010

La Asunción de la Virgen María


LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 1, 39, 56

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito:

--¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.

María dijo:

--Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia --como lo había prometido a nuestros padres-- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa