martes, 22 de mayo de 2012

Bendita sea tu pureza

Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón,
míranos con compasión,
no nos dejes Madre mía
y danos tu bendición.

Santa hija de Dios,
Santa madre de Dios,
Santa esposa de Dios.
Mi corazón a tus plantas
pongo divina María
para que a Jesús se lo ofrezcas
junto con el alma mía.
Por vuestro corazón sagrado,
dulcísima Madre mía,
defiéndenos de noche y de día
y de toda culpa y pecado.
Amén.

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