jueves, 25 de marzo de 2010

Jornada por la Vida




¡ES MI VIDA!... Está en tus manos

Preces
— Que la Iglesia sepa anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
R. Oh Cristo, pan vivo bajado del cielo, escucha nuestra oración.

— Que las comunidades cristianas sepan compartir el sufrimiento de los padres que
padecen dificultades para tener a sus hijos y les den el acompañamiento y ayudas
que necesiten.
R. Oh Cristo, pan vivo bajado del cielo, escucha nuestra oración.


— Que los gobiernos y los legisladores protejan eficazmente el derecho fundamental
a la vida y ofrezcan soluciones eficaces a los padres con dificultades.
R. Oh Cristo, pan vivo bajado del cielo, escucha nuestra oración.

— Que las familias sean escuela de amor y aprecio del valor de la vida de todo ser
humano.
R. Oh Cristo, pan vivo bajado del cielo, escucha nuestra oración.
— Que los profesionales de la sanidad apoyen siempre la vida y rechacen toda
práctica que atente contra la integridad o la vida de las personas.
R. Oh Cristo, pan vivo bajado del cielo, escucha nuestra oración.
— Que los científicos proclamen con valentía el valor sagrado de la vida humana y
que nunca se dejen seducir por posibilidades contrarias a la ética.
R. Oh Cristo, pan vivo bajado del cielo, escucha nuestra oración.

— Que cuantos apoyan cualquier atentado contra la vida humana sean curados de
su ceguera.
R. Oh Cristo, pan vivo bajado del cielo, escucha nuestra oración.

— Que nadie ignore que el sufrimiento, la vejez, el estado de inconsciencia y la
inminencia de la muerte no disminuyen la intrínseca dignidad de la persona.
R. Oh Cristo, pan vivo bajado del cielo, escucha nuestra oración.

— Que a los moribundos no les falte la cercanía de sus seres queridos y, en caso
necesario, los cuidados paliativos que les permitan aliviar el dolor y vivir con
serenidad el final de esta vida.
R. Oh Cristo, pan vivo bajado del cielo, escucha nuestra oración.

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