domingo, 25 de abril de 2010

El testimonio suscita vocaciones


EL NOMBRE QUE ME DISTE

No sé cómo me llamo...

Tú lo sabes, Señor.

Tú conoces el nombre

que hay en tu corazón

y es solamente mío;

el nombre que tu amor

me dará para siempre

si respondo a tu voz.

Pronuncia esa palabra

de júbilo o dolor...

¡Llámame por el nombre

que me diste, Señor!

(Ernestina de Champourcin)

No hay comentarios:

Publicar un comentario