martes, 21 de septiembre de 2010

Ayúdame, Señor, a examinarme


Dios quiere que todos los hombres se amen y cooperen ayudándose los unos a los otros. Pidámosle el don de saber vivir en unidad:


La comunión es un combate de todo momento.


La negligencia de un solo instante puede pulverizarla;
basta una nimiedad;
un solo pensamiento sin caridad,
un juicio conservado obstinadamente,
un apego sentimental,
una orientación equivocada,
una ambición o un interés personal,
una acción realizada por uno mismo y no por el Señor...


Ayúdame, Señor, a examinarme así:
¿cuál es el centro de mi vida? ¿lo eres tú o lo soy yo?
Si eres Tú, nos reunirás en la unidad.
Pero si veo que a mi alrededor, poco a poco,
todos se alejan y se dispersan,
es señal de que el centro lo he puesto en mí.

Cardenal van Thuan

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