Jesús escogió la cruz como medio de salvación para todos los hombres. Fijemos nuestra mirada en ella y digamos:
R/ Por tu cruz y resurrección nos has salvado, Señor.
Para que la Iglesia universal no desfallezca en la predicación del poder salvador de la cruz.
Para que, como san Pablo, nos gloriemos siempre en la cruz de Jesucristo.
Para que los que sufren las consecuencias del paro o reciben un salario insuficiente vean reconocidos sus derechos.
Para que los enfermos y atribulados descubran el ejemplo del Crucificado y reciban de Él fuerzas para vivir sus sufrimientos con serenidad.
Para que no falten personas que consagren su vida a imitar la pasión de Cristo y a ofrecer sus privaciones por el bien de los hombres.
Para que cada uno de nosotros sepa reconocer su cruz de cada día y, con la ayuda de Dios, la carguemos pacientemente.
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