lunes, 7 de febrero de 2011

Grandes figuras del Carmelo Teresiano

POR FRAY PEDRO ORTECA, OCD.
En esta serie vamos a ir viendo figuras de religiosos y religiosas del Carmelo Teresiano, que aunque nacieron, algunos en el siglo XIX, vivieron y trabajaron por el Reino de Dios en el siglo XX.


2.- MARÍA JAVIERA DE JESÚS (Grocholski) (1833-1928).

Princesa de la familia real polaca, viuda del príncipe polaco Vitold Czartoryski, su nombre en el siglo era María de los Grocholski Czartoryski. Ingresó como carmelita descalza en el monasterio de Cracovia con el nombre de Javiera de Jesús. Este monasterio era el sucesor del fundado en Poznan por la madre Eduvigs Wielhorska, polaca, profesa del monasterio de Carcasona en 1867, el 1874 fueron expulsada de él, por orden del gobierno alemán, todas las polacas, habían ingresado una diez entre ellas María Javiera (Princesa María de los Grocholski Czartoryski). Todas ellas se van al monasterio de Cracovia. Con el tiempo estas religiosas venidas de Poznan fundarán otro monasterio en Cracovia, con la ayuda de los hermanos de la hermana María Javiera. Este monasterio estuvo muy unido a monasterio de frailes de Czerna y colaboró en la restauración de dicho monasterio y de los frailes.

La fundadora madre Eduvigs Wielhorska, que había conocido a los carmelitas descalzos en Carcasona tenía la experiencia, y estaba convencida, que los monasterios que conocía de Francia, Bélgica e Italia, que estaban bajo la jurisdicción de la Orden tenían un mejor espíritu carmelitano y mayor observancia religiosa, este convencimiento transmitió a sus monjas. Así se explica el esfuerzo que hicieron las religiosas por restaurar a los frailes y esta antorcha recoge la Madre María Javiera, y aprovechando que José Kalinowski es el precepto de su sobrino Augusto Czartoryski, trabajará por traerle al Carmelo.

Esta religiosa se había propuesto la restauración del Carmelo Teresiano en Polonia, tanto de monjas como de frailes . Ella estaba buscando hombres apropiados para la restauración. Cuando conoció a Kalinowski en el locutorio del monasterio, junto a su sobrino en agosto de 1875, estando de paso por Cracovia, identificó al enviado de la Providencia para esa obra; y aunque entonces no se atrevió a decirle nada al respecto, supo conducirlo hacia el Carmelo. Para empezar, inició en el monasterio una cruzada de oración por la vocación de José Kalinowski al Carmelo; y luego entabló correspondencia con él.

El propio Kalinowski cuenta a sus familiares de Vilna: “Tengo una señal de la bondad y de la misericordia del Señor, que a través de personas consagradas a él me ha dado esperanza y consuelo. La reverenda sor María Javiera de Jesús, tía de Gucio (Augusto), con la que me encontré una sola vez en las rejas, casi sin conocerme, hace pocos días y cuando menos esperaba, me mandó la siguiente poesía de la Seráfica Santa Teresa: “Nada te turbe, / nada te espante, / todo se pasa, / Dios no se muda, /la paciencia todo lo alcanza. / Quien a Dios tiene / nada le falta”. Para Kalinowski, estas palabras fueron como su lema. Estas palabras y las cartas que se fueron escribiendo, fueron moviendo a Kalinowski a ingresar en el Carmelo.

El 4 de noviembre de 1876 volvía a escribir a sus padres: “Desde hace un año, me ha estado llegando, como un eco, una voz desde las rejas del Carmelo. Ahora esta voz se ha dirigido claramente hacia mí, y yo la he acogido… Se puede decir que las oraciones de la Madre María Javiera y su comunidad consiguieron el milagro y José Kalinowski ingresó en el Carmelo con el nombre de Rafael de San José Kalinowski, hoy canonizado.

A ella se debe también la construcción de la Iglesia del monasterio de Cracovia, realizó la obra entre los años 1903-1904. Colaboró con San Rafael Kalinowski a la renovación de la vida carmelitana en Polonia, colaboró con la fundación de los monasterios de Premysl (1884) y Lviv (1891).

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