miércoles, 30 de marzo de 2011

Haz que vivamos siempre como hijos tuyos.


Señor, Tú eres nuestro Padre,
haz que vivamos siempre como hijos tuyos,

que en nuestra vida alabemos siempre tu nombre,

y trabajemos por la venida de tu reino.

Que estemos siempre dispuestos a cumplir tu voluntad,

a pesar de las dificultades y del miedo.

Danos el pan que necesitamos,

que no nos falte el alimento de la Eucaristía,

ni cerremos nuestro corazón a los necesitados.

Perdona nuestras faltas,

y ayúdanos a no guardar rencor a nadie.

No dejes que caigamos en la tentación,

líbranos del Maligno y

haz que nuestras buenas obras glorifiquen tu nombre. Amén.

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