martes, 13 de julio de 2010

Día 7º


LA PALABRA DEL PAPA


Una devoción mariana por el camino del Evangelio.


Por si fuere necesario, quisiéramos recalcar que la finalidad última del culto a la Bienaventurada Virgen María es glorificar a Dios y empeñar a los cristianos en una vida absolutamente conforme a su voluntad. Los hijos de la Iglesia, en efecto, cuando uniendo sus voces a la voz anónima del Evangelio, glorifican a la Madre de Jesús, exclamando, vueltos hacia él: “Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron” (Lc 11,27), se verán inducidos a considerar la grave respuesta del divino Maestro: “Dichosos más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen” (Lc 11, 28).

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