domingo, 17 de abril de 2011

Salmo 21



R.- DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?

Al verme, se burlan de mí,

hacen visajes, menean la cabeza:

Acudió al Señor, que lo ponga a salvo;

que lo libre, si tanto lo quiere. R.-



Me acorrala una jauría de mastines,

me cerca una banda de malhechores;

me taladran las manos y los pies,

puedo contar mis huesos. R.-



Se reparten mi ropa,

echan a suertes mi túnica.

Pero tú, Señor, no te quedes lejos;

fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. R.-



Contaré tu fama a mis hermanos,

en medio de la asamblea te alabaré.

Fieles del Señor, alabadlo;

linaje de Jacob, glorificadlo;

tenedlo, linaje de Israel. R.-

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