lunes, 24 de diciembre de 2012

Señor, ¡eres amor!


Forrado de pobreza pero ceñido en riqueza divina

sin ruidos ni trompetas triunfales

pero codiciado por la gente sencilla

Llorando, porque sabes que los hombres sollozamos,

y pequeño…por las veces en la que humanidad

se siente excesivamente, poderosamente grande

¡HAS VENIDO, SEÑOR, Y ESO ES AMOR!

Alumbrado por el seno virginal de una humilde nazarena

y, vigilado, por la sobriedad del Patriarca de ese portal

Aplaudido, hoy como entonces,

por la indiferencia de los que no saben verte

y agasajado por el zurrón de los pastores de Belén

¡HAS VENIDO, SEÑOR, Y ESO ES AMOR!

Acariciado por manos santas y puras de la Virgen María

y pretendido por otras traicioneras y engañosas

Arrullado por raspas pajas de un pesebre

y denostado por los que quieren regir y vivir como si Tú no existieras

¡HAS VENIDO, SEÑOR, Y ESO ES AMOR!

Tráenos luz que encienda las oscuridades de nuestro vivir cotidiano

Danos aquello que, sólo Dios, es capaz de ofrecer sin nada a cambio

Haznos comprender el Misterio que, en este día, se desvela

Entresijo escondido desde siglos

y resuelto en la frialdad de una mágica  noche

Déjanos postrarnos ante Ti para que, inclinándonos ante Ti,

adivinemos que Tú desciendes a la humanidad

para que, nosotros, ascendamos hasta los mismos pliegues de lo divino, ante lo que un día nos aguarda en el cielo

Míranos, con esos ojos de Niño,

para que nunca olvidemos que, en Belén, nace el AMOR

y que, con ese AMOR, venceremos a las desesperanzas e inquietudes, dudas y lágrimas, caídas y tropiezos

Para que nunca olvidemos que, sin el AMOR de Belén,

el mundo estaría huérfano y roto por sus cuatro costados

Para que nunca olvidemos que, si DIOS se hace pequeño,

Infante, humano, carne de nuestra carne

es porque cree, piensa y desea la salvación del hombre

¡HAS VENIDO, SEÑOR, Y ESO ES AMOR!

Javier Leoz

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