miércoles, 17 de febrero de 2010

Ahora es día de salvación



"Cambiemos nuestro vestido por la ceniza y el cilicio; ayunemos y lloremos delante del Señor, porque nuestro Dios es compasivo y misericordioso para perdonar nuestros pecados". (cf. Jl 2,13)

En el comienzo de esta Cuaresma se nos pide hacer penitencia por los errores cometidos, obrar con caridad para con nuestros hermanos, arrepentirnos y confiarnos a nuestro Padre Todopoderoso y Misericordioso (como rezábamos en Laudes, el Miserere). En el Evangelio, san Mateo nos dice: "Tu Padre, que ve en lo escondido, te rompensará". San Pablo a los Corintios nos urge a meditar este periodo como "día de salvación". Y el profeta Joel nos invita a convertirnos al Señor.

Desearos a todos una santa Cuaresma para prepararnos a los Sagrados Misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Que sintamos de verdad estos versos:
Ser nada, Señor, ansío
y volver a ser creado.
¡Tan sólo por ser tocado

de tus manos, Padre mío!

Amén.

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