sábado, 1 de mayo de 2010

Mes de María


En este mes de mayo, recordamos a María con esta oración para todos los días. Desde OCD REINOSA, publicaremos todos los días lo correspondiente al apartado "con flosres a María". Potenciemos la devocion a nuestra Madre en este hermoso mes de mayo.

El mes de mayo es le mes más sonriente del año.
La sonrisa de María, Madre de Jesús y Madre nuestra, serena los rostros pensativos y eleva a visiones de bondad, de misericordia y de confianza los ánimos oprimidos, desconfiados y cansados.
Beato Juan XXIII

Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contricción:

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén.


Ivocación Inicial.

¡Virgen de las gracias! Haz que continúe tu protección sobre todos los hijos de la Iglesua universal que, por la gracia del Espíritu SAnto, son todos hermanos. La vida de aquí abajo no está exenta de sacrificios y de cruces. Pero mirándote a ti, todo se vuelve leve y ligero. Amén.


Peticiones.

Que tu Madre, refugio de pecadores, interceda por nosotros, para que obtengamos el perdón de nuestros pecados. Ave María.

Tú, que hiciste a tu Madre llena de gracia, concede la abundancia de tu gracia a todos los hombres. Ave María.

Tú, que quisiste nacer de María Virgen para ser hermano nuestro, haz que todos los hombres nos amemos fraternalmente. Ave María.


Con flores a María.

Día 1: María, Madre, tú, la siempre ocupada en el servicio de tu casa, ilumina con tu sonrisa nuestro trabajo. Préstame tu sonrisa.

Te ofrezco: tratar de sonreir a todos.


Oración final

Oración de San Bernardo.

Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. Yo, pecador, animado con tal confianza, acudo a vos oh Madre, Virgen de las vírgenes: a vos vengo, delante de vos me presento gimiendo. No queráis, oh Madre del Verbo, despreciar mis palabras; antes bien, oídlas benignamente y cumplidlas. Amén.
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea,
en tan graciosa belleza.
A Ti celestial princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco en este día,
alma vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.


No hay comentarios:

Publicar un comentario