martes, 9 de noviembre de 2010

El Papa en la Sagrada Familia

“Gaudí, con su obra, pretendía llevar el Evangelio a todo el pueblo”
"Los pobres siempre han de encontrar acogida en el templo"



"La dignidad y el valor primordial del matrimonio y la familia, esperanza de la humanidad, en la que la vida encuentra acogida, desde su concepción a su declive natural". También, que "toda la Iglesia, escuchando y cumpliendo su Palabra, se convierte en su Familia. Y más aún nos ha encomendado ser semilla de fraternidad que sembrada en todos los corazones aliente la esperanza".

El Pontífice agradeció "el genio de Antoni Gaudí, inspirado por el ardor de su fe cristiana, logró convertir este templo en una alabanza a Dios hecha en piedra. Una alabanza a Dios que, como en el nacimiento de Cristo, tuviera como protagonistas a las personas más humildes y sencillas".

Por ello, "concibió los tres pórticos del exterior del templo como una catequesis sobre Jesucristo, como un gran rosario, que es la oración de los sencillos, en el que se pueden contemplar los misterios gozosos, dolorosos y gloriosos de Nuestro Señor". El arquitecto que murió pobre, "diseñó y financió con sus propios ahorros la creación de una escuela para los hijos de los albañiles y para los niños de las familias más humildes del barrio, entonces un suburbio marginado de Barcelona".

Hacía así realidad la convicción que expresaba con estas palabras: "Los pobres siempre han de encontrar acogida en el templo, que es la caridad cristiana", culminó el Papa, quien ya en catalán mostró su "satisfacción" por la dedicación de la Sagrada Familia como basílica menor, "al tiempo que suplicamos el don de la paz para todos los hombres de buena voluntad".

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