sábado, 13 de noviembre de 2010

Fray David, carmelita descalzo

















Gracias, David. Gracias, hermano.

Siguiendo a María, la Madre del Carmelo, dices Sí para siempre

y las campañas de Soria repican a gloria.

Teresa y Juan están contentos.

¡Qué alegría! Gracias al Señor que se ha fijado en ti y te ha llamado.

Tu Sí es la mejor respuesta al Dios de la compasión,

de la ternura y de la fidelidad.

Tu Sí es el callado amor de tu corazón al que no sabe más que amar.

Tu Sí es dejar que Dios ame en ti entrañablemente a todo ser humano.

Gracias, David; en tu Sí estamos todos:

tu familia, los que formamos la Provincia y tantos amigos.

Tu Sí recrea nuestro Sí al Señor, nos invita a responder al Amigo de darse.

Tu Sí al Señor alienta a los hermanos enfermos,

a la vez que ellos te dan la sabiduría de Dios alcanzada en los caminos.

Tu Sí fortalece a nuestros misioneros de ISAMIS

y les señala la mejor forma de amar a la Iglesia: entregar la vida por los pequeños. Tu Sí, como un perfume de servicio, se hace presente entre los más jóvenes.

Tu Sí llena de alegría a las Carmelitas,

las hermanas que cuidarán tu fuego orando, para que no se apague.

Tu Sí se une a la melodía de María y de la Iglesia a su Señor.
Tu Sí convoca a las comunidades de América y España

para bendecir al Señor que te ha mirado.

Gracias, David, hermano, amigo, carmelita teresiano para siempre.

Para ti, nuestro abrazo más entrañable.

¡Felicidades!

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