“Es necesario que Dios vuelva a resonar gozosamente bajo los cielos de Europa”
“Dios no es el enemigo del hombre, sino el origen y fundamento de nuestro ser”
Porque de Dios sacan los creyentes actuales, al igual que los Apóstoles, la fuerza para dar testimonio de la verdad de Cristo y para "ofrecer a nuestros contemporáneos el mayor tesoro".
Desde Compostela, el Papa, quiso "volver la mirada a Europa", para proponerle el remedio a sus "necesidades, temores y esperanzas": que "Dios existe y que es Él el que nos dio la vida". O dicho, con palabras de santa Teresa de Jesús: que "sólo Dios basta".
"Dios es el origen de nuestro ser y el fundamento y culmen de nuestra libertad, no su enemigo".
"salir de nosotros mismos para ir al encuentro de Dios".
"la Iglesia es ese abrazo de Dios en el que los hombres aprenden también a abrazar a sus hermanos, descubriendo en ellos la imagen y semejanza divina, que constituye la verdad más profunda de su ser, y que es origen de la genuina libertad".
Benedicto XVI concluyó sus palabras felicitando y agradeciendo a los católicos españoles "la generosidad con que sostienen tantas instituciones de caridad y de promoción humana. No dejéis de mantener eas obras, que benefician a toda la sociedad y cuya eficacia se ha puesto de manifiesto de modo especial en la actual crisis económica, así como con ocasión de las graves calamidades naturales que han afectado a varios países".
“Dios no es el enemigo del hombre, sino el origen y fundamento de nuestro ser”
Porque de Dios sacan los creyentes actuales, al igual que los Apóstoles, la fuerza para dar testimonio de la verdad de Cristo y para "ofrecer a nuestros contemporáneos el mayor tesoro".
Desde Compostela, el Papa, quiso "volver la mirada a Europa", para proponerle el remedio a sus "necesidades, temores y esperanzas": que "Dios existe y que es Él el que nos dio la vida". O dicho, con palabras de santa Teresa de Jesús: que "sólo Dios basta".
"Dios es el origen de nuestro ser y el fundamento y culmen de nuestra libertad, no su enemigo".
"salir de nosotros mismos para ir al encuentro de Dios".
"la Iglesia es ese abrazo de Dios en el que los hombres aprenden también a abrazar a sus hermanos, descubriendo en ellos la imagen y semejanza divina, que constituye la verdad más profunda de su ser, y que es origen de la genuina libertad".
Benedicto XVI concluyó sus palabras felicitando y agradeciendo a los católicos españoles "la generosidad con que sostienen tantas instituciones de caridad y de promoción humana. No dejéis de mantener eas obras, que benefician a toda la sociedad y cuya eficacia se ha puesto de manifiesto de modo especial en la actual crisis económica, así como con ocasión de las graves calamidades naturales que han afectado a varios países".
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