miércoles, 10 de noviembre de 2010

“He deseado abrazar a todos los españoles”

El Rey: “Santiago de Compostela y Barcelona no olvidarán Vuestra Visita”,

"Sentimientos de gratitud". Es lo que se lleva Ratzinger de este viaje, una visita que ha puesto de relieve "el carácter hospitalario y acogedor de las gentes de estas tierras, tan cercanas a mi corazón". Primero, en Compostela, donde "he querido unirme como un peregrino más a tantas personas de España, de Europa y de otros lugares del mundo, que llegan a la tumba del Apóstol para fortalecer su fe y recibir el perdón y la paz". Una historia viva, que también debe servir "para transmitir a las jóvenes generaciones aquellos valores fundamentales tan necesarios para edificar un futuro de convivencia armónica y solidaria".

Con un ejemplo, el del Camino de Santiago, que unió a Europa en torno a la fe. "Había un lenguaje común, el Evangelio de Cristo", afirmó el Papa, quien reclamó que "esa fe alcance nuevo vigor en este continente, y se convierta en fuente de inspiración, que haga crecer la solidaridad y el servicio a todos, especialmente a los grupos humanos y a las naciones más necesitadas".



Después, en Barcelona, donde "he tenido la inmensa alegría de dedicar la Basílica de la Sagrada Familia, que Gaudí concibió como una alabanza en piedra a Dios, y he visitado también una significativa institución eclesial de carácter benéfico-social", dos símbolos de la Barcelona de hoy.

"Regreso a Roma habiendo estado sólo en dos lugares de vuestra hermosa geografía. Sin embargo, con la oración y el pensamiento, he deseado abrazar a todos los españoles, sin excepción alguna, y a tantos otros que viven entre vosotros, sin haber nacido aquí. Llevo a todos en mi corazón y por todos rezo, en particular por los que sufren", subrayó el Pontífice, que puso nueva fecha a su regreso. "Nos veremos en Madrid, el año próximo, para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud. Adiós".

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